“El viaje no termina jamás. Solo los viajeros terminan. Y también ellos pueden subsistir en memoria, en recuerdo, en narración. El objetivo de un viaje es solo el inicio de otro viaje”
(José Saramago)
-Isla pingüino no es una excursión, es una experiencia- fueron las palabras de Roxana, la guía naturalista que nos acompañará durante la travesía de 6 horas.
El Parque Interjurisdiccional Marino Isla Pingüino se creó en 2012 y está situado al sur de la ciudad de Puerto Deseado. Con una superficie de 159.526 hectáreas, abarca además 12 millas hacía el interior del mar argentino y protege varias islas e islotes, entre la que destaca Isla Pingüino.
Durante la navegación, grupos de toninas overas -Commerson’s Dolphin- (Cephalorhynchus commersonii) y delfines australes -Blackchin Dolphin- (Lagenorhynchus australis) nos salen al paso mientras que, por el mar y el cielo, albatros, gaviotas, gaviotines, petreles, cormoranes y pingüinos acompañan nuestra embarcación.
Apenas pisar la isla uno ya se siento como un antiguo explorador, un personaje de una novela de Julio Verne. Rocosa, con escasa vegetación de poca altura, sin árboles, destaca la única construcción de importancia. Enclavado en la parte más alta de la isla Pingüino se encuentra el antiguo faro de 22 metros, inaugurado en 1903. Sobre la costa se congregan apostaderos de Lobo marino de un pelo – South American sea lion- (Otaria flavescens) y elefantes marinos -Southern Elephant Seal- (Mirounga leonina) que nos dan la bienvenida con sus aromas y sonidos.
La caminata por el árido recorrido nos lleva hasta la colonia de pingüinos de penacho amarillo -Southern Rockhopper Penguin- (Eudyptes chrysocome) más septentrional y accesible de la Patagonia. Con 60 cm de alto, sus plumas amarillas a los lados de su cabeza y los ojos rojos es una especie atractiva y simpática a los ojos humanos, además, la colonia está a pleno, cientos de pichones nos revelan una temporada reproductiva exitosa.
Dentro de la isla también nos encontramos con comunidades reproductivas de pingüinos de Magallanes -Magellanic penguin- (Spheniscus magellanicus), skúas, palomas antárticas y gaviotas, entre otros.
Los quetros o patos vapor, frecuentes de observar en las costas marinas patagónicas son sumamente atractivos para dibujar, con sus cuerpos robustos, su plumaje escamado y su vistoso pico anaranjado. Una pareja de patos vapor cabeza blanca -White-headed Steamer Duck- (Tachyeres leucocephalus), endémicos de la provincia de Chubut, descansaba en la restinga, así que me puse manos a la obra y tomé estos apuntes rápidos.